martes, 14 de junio de 2016

Hotel Colonia Puig 3-10-15

HOTEL COLONIA PUIG





      Erase una vez un Hospital Militar reconvertido en hotel turístico, justo a las faldas de la impresionante y enigmática formación montañosa llamada Montserrat. Esta noche, volvemos a visitar el antiguo Hotel Colonia Puig. Al igual que la mayoría de los lugares que visitamos, está abandonado, derruido, rodeado por una cada vez más densa vegetación, maltratado por el paso del tiempo, y también por artistas callejeros que allí encuentran inspiración en las pocas paredes que quedan en pie.
Esta noche, nuestro grupo se encuentra con una positiva novedad. Otro grupo de investigadores, en este caso con muchos años de experiencia en este campo nos acompañan. Se trata de “Enigmas”, procedentes de Tarragona. Un lujo absoluto poder aprender y experimentar junto a ellos. 



      Comenzamos haciendo un reconocimiento del hotel, una primera toma de contacto que ya nos augura que la noche va a ser entretenida. De momento ya sabíamos que recientemente habían quemado parte de la construcción, quizás para eliminar del todo la estructura del edificio. Aun así las evidencias de que es un lugar muy visitado, erosionan mucho más rápidamente todo lo que podría demacrarse solo con el paso del tiempo.




      Después de reponer fuerzas llenando un poco los estómagos, empezamos poco a poco a intentar contactar con quien ahí estuviera esperándonos. La médium del grupo invitado, nos indica que ya estamos creando curiosidad, hay seres que hace rato que nos siguen. Procedemos a las primeras grabaciones en la planta baja del edificio. En las fotos tomadas hasta ahora, también hay algún que otro “desajuste óptico”, es decir, posiblemente ya tengamos algunas orbes registradas. Repetimos experimento de grabación en otras estancias. De momento, dejaremos las escuchas para otro día que tengamos el oído menos sugestionado.




      Otro grupo de investigadores, accede al hotel. No tenemos porque entorpecernos unos a otros, no hay ningún problema.

      Volvemos a lo que hubiera sido en otro tiempo el salón principal, e intentamos contactar mediante la tabla de ouija. Sin preámbulos ni esperas, el cursor empieza a moverse con total facilidad. Nos dice que es un niño de 11 años, se llama Jaume y tubo un accidente cerca de allí. Su hermana nos observa un poco más alejada y están buscando a sus padres. A cualquiera se le encoje el corazón al oír una historia así. El grupo “Enigmas”, entre otras cosas también sabe muy bien como ayudar, por lo que indica a este niño que coja a su hermana, y los ayudan a marchar con sus padres, o al menos al lugar donde deberían estar hace muchos años. En nuestra última visita al hotel, encontramos un niño, y ahora esperamos con gran bondad no volver a encontrarlo. Gran experiencia.




      Más gente accede al hotel, sin duda hoy es un día especialmente visitado. Son unos chicos jóvenes con ganas de sentir un poco de la leyenda que rodea al Hotel Colonia Puig. Dan una vuelta por todo el edificio, vuelven a nosotros, charlamos brevemente con ellos, y luego deciden marcharse a otro lugar enigmático en busca de experiencias.

Continuamos con la ouija, cuando un compañero capta un orbe de dimensiones considerables en una ventana. Nos acercamos al extremo del salón para intentar contactar. Hacemos algunas grabaciones en la oscuridad.



       Decidimos experimentar en otra estancia. Subimos al piso superior, en el cual en una de las habitaciones la sensación de inseguridad y actividad es más fuerte. Al llegar, la médium nos indica que efectivamente, en una de las esquinas de la habitación hay un pequeño agujero. Una fisura entre nuestro mundo y otro plano por donde es posible que halla energías que accedan al hotel. Comenta que no vale la pena ninguna acción ya que la fisura es demasiado pequeña. Apagamos todas las luces, y procedemos a grabar, mientras vamos haciendo algunas fotos. Las experimentaciones a oscuras, suelen ser muy positivas. Un compañero de “Enigmas” dice sentir algo, y efectivamente al fotografiarle, cuenta con un par de orbes a su alrededor. En la siguiente provocación, un compañero nuestro afirma que le han tirado firmemente del pelo. Por último, yo misma siento un cosquilleo por la espalda. Tenemos ya más que comprobado, que quedándonos totalmente a oscuras las energías parecen perder timidez para moverse entre nosotros.



      De nuevo en el salón principal, vamos a intentar contactar por medio de la ouija. Una fuerte energía se presenta. Dice ser el protector de uno de nosotros. Interesante. Respuestas firmes, contundentes y muy rápidas. Otro protector de otro de los presentes. Muy, muy interesante a la par que tranquilizador. Ahora si, tenemos a un hombre. Dice ser alguien que hizo daño a otras personas. Entendemos por la conversación que tenia más gente a su cargo en una empresa y no se portó nada bien con ellos. Le gusta la “vida” que lleva ahora, no quiere marcharse. Otro hombre. Nos cuenta que tiene 55 años, y que estaba allí siéndole infiel a su mujer con otra. Dice que quizás quiera disculparse con sus hijos. Duda, no lo tiene claro, lo que si que no quiere es disculparse tampoco con su mujer. Curioso.
Otra energía acude a la tabla. Dice llamarse Zozo. No le creemos, aunque repite que se llama Zozo. Un compañero de “Enigmas” se levanta y da un manotazo sobre la tabla: “Bueno ya basta!; ¿que esta pasando aquí?...
La energía se muestra dubitativa y se macha. Admirable. Comentamos que hay energías que se alimentan de nuestros miedos. Si tenemos miedo a algo, una energía lo puede percibir y presentarse como ese miedo para alimentarse de nosotros, de nuestra propia energía. 



      El grupo “Enigmas” nos ofrece una ayuda, un regalo. Ellos tienen a una energía protectora a la que pueden invocar siempre que lo necesiten y es lo que hacen en ese preciso momento. Le piden que llame a otra energía protectora y tras una muy corta espera se presenta alguien distinto en la tabla. Le piden que nos tenga bajo su protección al grupo “Luzbelexpellez”. Que acuda a nuestra llamada en caso de necesidad como grupo y también independientemente cada uno de nosotros. El cursor hace un recorrido por la tabla, lo cual nos dicen, que lo que hace es reconocernos. Le hacemos algunas preguntas acerca de incertidumbres en nuestras vidas personales, a las cuales responde con rapidez. Nos sentimos muy halagados y desde luego tranquilos con este regalo. Nuestro protector particular se marcha, seguramente a la espera de que lo necesitemos.
Durante esta sesión, se fueron sucediendo algunos ruidos en la estancia. Nuestro protector nos indicó que efectivamente no estábamos solos, pero ya sabemos que podemos estar tranquilos ya que él filtrará las energías que se nos acerquen a partir de ahora. 



      Sin duda alguna, la experiencia de esta noche ha sido mucho más que positiva y enriquecedora. Gracias a nuestros compañeros de hoy, hemos aprendido algunas cosas además de vivir las experiencias que venimos buscando. Nos vamos contentos, con un positivismo absoluto, y desde luego mucho mejor acompañados.

martes, 31 de mayo de 2016

La Casa Lila 3ª visita 27-08-15


 La Casa Lila 

3ª visita


      Son las 17:30 de la tarde aproximadamente, y volvemos por tercera vez a la Casa Lila. Esta vez, lo que queremos comprobar, es si los fenómenos que se producen normalmente de noche, que es cuando solemos realizar las visitas, también pueden producirse de día.

      Cuanto más visitamos este inquietante lugar, más nos gusta, y personalmente más me atrae. A la luz de un soleado y caluroso día de verano, lo cual mitiga un importante tanto por ciento de sugestión, la famosa casa Lila se muestra con una enorme belleza interior que realmente te invita a entrar a observarla. Que lástima tan grande no haberla podido visitar en un tiempo en el que 
 no estuvo tan derruida y atacada por pintadas, a la cual más burda, incluso soez.  




       “Hola buenas tardes, con permiso venimos a visitaros de nuevo. Esperamos no ser una molestia, gracias.” Damos una vuelta por el interior, accediendo un rato a la tercera planta. No parece que capte orbes con mi cámara fotográfica, aunque con tanto destello solar es muy improbable encontrar tal fenómeno.


Nos asentamos de momento en el baño. Hacemos algunas grabaciones, y probamos con la spirit box. Puede ser que estén contestado a nuestras preguntas, pero apenas entendemos casi nada. En las grabadoras empiezan a registrarse algunas cosas, aunque demasiado sutiles. Mientras continuamos con la spirit box, notamos que algo le pasa al aparato. Rápidamente nos damos cuenta de que las pilas se están agotando. Nuestro compañero asegura que están nuevas, recién puestas, por lo que no es muy normal que se agoten en menos de media hora. Algo ha consumido las pilas. Nuestra primera prueba de que aquí no estamos solos llega enseguida. Es muy normal que los entes, las energías, los fantasmas que puedan habitar un lugar hagan uso de la energía de pilas o baterías de aparatos electrónicos, probablemente y por así decirlo, para coger fuerza y comunicarse con nosotros. Este hecho de consumir las pilas de un aparato lo tengo registrado alrededor de las 18:20, y mientras seguimos investigando, un grito lejano pero muy cercano, largo y desgarrador nos sobresalta. Son las 18:30. Esto indica que efectivamente, sopesando los ruidos ambientales comprobamos que pueden sucederse fenómenos. Es más, debido al corto período de tiempo entre el tema de las pilas y el grito, la cosa se está animando.


      A nuestro compañero se le ocurre algo, que si sale a nuestro capricho va a ser realmente alucinante. Coge dos tablones del suelo y los empina apoyado uno contra otro. Luego comenta en voz alta que le gustaría que los tablones cayesen al suelo: “Os gustaría jugar con nosotros?, queremos que tiréis estos tablones!”. No hay respuesta. “Vamos a salir del baño, iremos a la habitación de al lado, y queremos que por favor tiréis estos tablones al suelo, ¿de acuerdo?”. Salimos a la habitación de al lado, charlando entre nosotros y repitiendo la misma petición. Lejanamente pero dentro de la casa, estamos escuchando murmullos. Quizás sea demasiado pedir, pero entonces me giro porque he oído un ruido detrás de mí, y acto seguido oímos caer los tablones. Corremos hacia el baño estupefactos. Correcto!!!, los tablones han caído al suelo, pero no sólo eso, si no que han quedado en forma de una perfecta cruz cristiana. Es muy, muy difícil a nuestro parecer que hallan quedado así. La euforia nos invade, pero antes vamos a hacer algunas pruebas. Volvemos a empinar los tablones de nuevo. Saltamos casi encima sin tocarlos, provocamos aire y no se caen. Los tiramos nosotros varias veces, y de ninguna manera quedan ni lejanamente parecidos a una cruz cristiana. Estamos muy asombrados con este hecho. Hemos comprobado en varias ocasiones que en esta derruida casa la probabilidad de que ocurran las cosas que pides que pasen es muy alta, pero mirándolo todo con ojos escépticos, no hay manera de encontrar una explicación lógica a todo esto, por lo que ahora más que nunca estamos totalmente convencidos del poder energético y espiritual que aquí reside.


      Mientras comentamos lo que acabamos de vivir, percibimos un agudo pitido muy cerca nuestro. Afinamos los oídos y buscamos ese insistente sonido. Finalmente encontramos la radio que nos sirve de spirit box, emitiendo el fino pitido. La misma que tenía aun puestas las pilas consumidas esta dando señales de que le queda algo de energía.

      Con la ilusión de que podamos volver a presenciar algún fenómeno más, nos vamos a visitar la parte baja de la casa, dejando de nuevo los tablones empinados. Hacemos algunas grabaciones y con pilas nuevas, intentamos un contacto con la spirit box. Obtenemos algunas respuestas que damos por buenas. A lo largo de la visita estamos de acuerdo en que es una voz masculina la que suele contestar. Nuestro compañero pregunta si es el jefe, el dueño de la casa. Nos parece escuchar que sí, además de percibir varias veces el nombre del compañero, y una mujer que dice “Ana”, también en dos o tres ocasiones. En las grabadoras quedan registrados pasos que se acercan a nosotros, y algún golpe lejano en las estancias superiores. Hemos vuelto a colocar dos tablas del mismo modo que las anteriores pidiendo que las tiren al suelo, esta vez sin éxito. Las dejamos apoyadas una contra la otra, aunque si caen, o más bien cuando caigan no lo sabremos.


      Volvemos arriba. De nuevo al baño. Los tablones en esta estancia tampoco se han movido. Quizás ahora si que es mucho pedir. Insistimos con la spirit box.
-       “Puta”
¿En serio?, si, todos hemos oído lo mismo.
-       ¿Quien es una puta?
-       “Las dos”
Somos dos mujeres y un hombre los que estamos presentes en esta investigación. Nos quedamos perplejos y desde luego que nos entra la risa. ¿Es realmente posible que un “fantasma” pueda tener la capacidad de desarrollar una calificación personal?. Ya sea un piropo, un insulto o un simple comentario, estamos comprobando que si. Nuestro compañero, con el fin de provocar algún fenómeno, pregunta de nuevo a quien de las dos va dirigido tan soez a la par que divertido (en esta circunstancia) nominativo. Quien de las dos es la que le “gusta” , incluso si quiere que una o las dos nos quedemos ahí con ellos, pide que nos toquen. A fin de obtener alguna respuesta más, seguimos preguntando lo mismo con distintas palabras, pero no tenemos ninguna respuesta más. 

 
      Empieza a anochecer, así que finalizamos la investigación por hoy. Hemos quedado claramente satisfechos con lo ocurrido esta tarde.
Revisando las grabaciones, descubrimos que como antes relataba, han quedado registrados pasos, conversaciones lejanas, el caer de los tablones del baño, el grito desgarrador, y también, algo que me provoca una intensa sensación de que los habitantes de la casa, realmente recuerdan, escuchan y en el fondo saben quienes somos.
Casi todo lo relatado ha quedado grabado, especialmente mientras experimentábamos con la spirit box. Justo antes de decir “puta” mediante la spirit, box, la grabadora ha registrado un susurro en el que claramente dice el nombre de una de las dos chicas presentes en la investigación. La voz de un hombre, probablemente el mismo que nos ha contestado toda la tarde,  susurrando el nombre de una de nosotras en la grabadora, y acto seguido una voz femenina en la spirit box que dice: “puta”. Se me eriza la piel. En varias ocasiones hemos oído como repetían el nombre de nuestro compañero, y ahora descubrimos que habían susurrado otro nombre de una persona presente. ¿Recordarán que ya habíamos estado allí?. ¿Prestan atención cuando nos presentamos al llegar?. ¿Prestan atención cuando mencionamos nuestros nombres?. ¿Lo seguirán recordando?.

viernes, 29 de enero de 2016

La Casa Lila 2ª visita


La Casa Lila
2ª Visita



      Hoy volvemos a la emblemática “Casa Lila”. Recordemos que es un lugar con una escalofriante leyenda, pues se cuenta que la familia que ahí residía fue asesinada por el cabeza de familia de la misma, y luego éste se suicidó.

      En esta ocasión, nos acompaña un joven amigo, ansioso de experimentar las sensaciones que esta casa estamos seguros nos va a ofrecer.

      Llegamos a media tarde aun con luz diurna. Primero inspeccionamos el lugar. Los alrededores ofrecen unas hermosas vistas, y aparentemente parece una tranquila casa abandonada, algo derruida y con evidentes señales de que es uno de los lugares más visitados no sólo por investigadores como nosotros, sino también por artistas callejeros y otras denominaciones que han dejado allí su huella.

      Aprovechando que aún gozamos de luz natural, nos adentramos en la casa y visitamos todas las estancias tanto superiores, como inferiores. En cada visita encontramos un deterioro mayor de la instalación, en cualquier momento podría venirse abajo. Tan sólo dos de nosotros nos atrevemos a visitar las plantas superiores. Con mucho cuidado y de uno en uno, cruzamos los tablones y las maltrechas escaleras. En la segunda planta apenas hay suelo, solo quedan unas vigas muy poco fiables así que vamos directamente a la tercera planta. El ambiente se enrarece un poco, aunque la belleza de la cúpula central parece llamarte a observarla. Capto varias orbes desde mi posición con la cámara, buena señal de que tendremos lo que venimos buscando: un poco de acción.

      Bajamos a la primera planta de nuevo, para visitar el baño en el que presuntamente el cabeza de familia degolló a su hija. Es una pequeña habitación, con una bañera empotrada. En esta ocasión, nuestro ilustre invitado ha traído una linterna ultravioleta, con la que inspecciona la bañera. Encuentra varias gotas de fluidos corporales, probablemente sangre, pero no corresponde con un degollamiento ahí mismo. Nos quedará la duda, aunque también la tranquilidad de pensar que pudo no ser el emplazamiento de tal acto de brutalidad.

      Nos adentramos en la bodega, en el sótano de la casa. Está tal y como siempre: viejo, abandonado pero como cabría esperar, activo…

Pasos.mp3

      Decidimos volver al baño, ya entrando en la oscuridad de la noche, para empezar a experimentar. Nos acomodamos en el pequeño habitáculo y preparamos nuestras grabadoras y demás arsenal de experimentación.

      Vamos a ver que nos podemos llevar hoy como experiencia, empezando por poner las grabadoras en marcha. Recitamos en voz alta las preguntas habituales que solemos utilizar:
-       ¿Hay alguien aquí con nosotros?
-       ¿Cómo te llamas?
-       ¿Puedes dar un golpe?
-       En caso de responder físicamente a esto ultimo: ¿Puedes repetirlo?
Etc… Etc…

      Fantástico!, esta casa nunca nos decepciona, y lo más gratificante de visitarla, es encontrar lo que buscamos: respuestas. Al revisar las grabaciones, nos encontramos con que de nuevo han interactuado con nosotros. Hemos captado:
-       “Que te calles”
-       “Cállate”
-       “Javier”
Ésta última respuesta no es del todo clara, pero creemos entender que pronuncia ese nombre: “Javier”. Es bastante impresionante captar una psicofonía en la que se escucha el nombre de uno de los presentes, aunque no es la primera vez que ocurre.

Que te calles ya.mp3

      Nos disponemos a continuar con nuestro propósito, cuando oímos voces de niños, hablando, posiblemente jugando, cruzando los caminos cercanos a las inmediaciones de la casa. Oh, valla, al escuchar la grabación, curiosamente no se ha captado las voces de los niños. Al ser ruidos tan claros y cercanos, la grabadora tiene que haberlo registrado y de este modo descartarlo como psicofonía. Pero no. No hay nada grabado, y eso es muy extraño.
Siempre tenemos al menos una grabadora en marcha para estos casos, ya que a veces mientras hablamos hay voces que interfieren en las conversaciones. No volvemos a oír estas voces de niños en directo ni en las grabadoras, pero si otros sonidos.

      Nos quedamos un momento en silencio ya que estamos escuchando en directo algo muy curioso. Nos hacemos señales entre nosotros para comprobar que todos oímos lo mismo y estamos de acuerdo de que ese sonido viene del mismo sitio. Correcto. Escuchamos el sonido característico de movimiento de vajilla en la planta superior. Vaticinamos que alguien estuviera fregando la vajilla, o varias personas estuvieran cenando concuerda mejor.  Son alrededor de las 10:00 de la noche, y preguntamos:
-       “¿Podéis repetir, por favor?, ¿Estáis cenando?
Además de repetir el mismo sonido como respuesta a nuestra petición, al revisar la grabación, encontramos algo bastante sorprendente, ya que la respuesta claramente emitida por ninguno de nosotros va dirigida a nuestras preguntas:



      Mientras tanto, uno de nuestros detectores de luz que ya había saltado, volvió a iluminarse. Todos estábamos sentados, nosotros no pudimos ser quien lo hizo saltar. Para más seguridad, cambiamos el detector por otro similar en el mismo lugar. Varios minutos después este segundo detector se ilumina, lo cual indica que es otra evidencia de que no estamos solos.

      Comentamos algo curioso. Desde que estamos en el baño, de cuando en cuando percibimos olores. Todos estamos de acuerdo en que pasa un olor como a cañería vieja o agua estancada, después a orina, más tarde la cañería y luego vuelve el de la orina, y también en una ocasión a lo que nos pareció putrefacción. No le damos del todo mucha importancia porque es una construcción muy antigua, pero los olores eran distintos e iban y venían, no eran constantes. Al suceder mientras otros fenómenos estaban en marcha, nos resulta inquietante.

Ruido platos.mp3
 
      Probamos con la “spirit box”. No tenemos mucha suerte con este sistema de contacto, ya que solo obtenemos una presunta respuesta, que curiosamente, ya obtuvimos la última vez.
-       Preguntamos: “Esta es la casa…?”
-       Respuesta: “Lila”
Mientras estamos experimentando, continuamos escuchando en directo voces, susurros, alejadas conversaciones, lamentos, pero también algo muy curioso: canturreos.

      Decidimos cambiar de estancia, y bajamos al sótano. La sensación en ese lugar de la casa es más fuerte que en otras habitaciones. Sensación no sabemos explicar muy bien de qué. La actividad paranormal es muy evidente en la casa Lila, pero el sótano, podríamos denominarlo como la zona estrella en este contexto.
Las voces siguen manifestándose, voces, susurros, pasos que nuestras grabadoras también registran incluso, música!. Fantástico, se escucha música en las grabaciones, esto es bastante inusual, incluso desconcertante. En un lugar con una leyenda tan terrible en el que podemos claramente oír lamentos, gritos lejanos, voces inquietantes, hemos captado música. Inequívocamente, el elemento provocador de sentimientos por excelencia. Bravo!, no dejamos de sorprendernos con este emblemático y tan visitado lugar.



 Bueno.mp3

      Probamos con la tabla de ouija, pero rápidamente en cuestión de minutos cerramos sesión ya que no estamos cómodos con lo que encontramos. A las preguntas que realizamos nos contesta rápidamente:
-       Que sí que nos conoce.
-       Se llama “F”.
-       Que tiene una estatua de sí mismo en algún lugar.
-       Cuando queremos desconectar y cerrar sesión remolonea y no quiere dejarnos.
Tenemos la intuición de que estamos contactando constantemente con un ente llamado “Pazuzu”, que es tan sólo uno de los varios nombres por el que se le conoce. No nos gusta por donde va el movimiento del cursor de la ouija, mejor lo dejamos.

      Preferimos experimentar algo que si suele funcionar y muy bien: quedarnos totalmente a oscuras. Apagamos linternas y velas y vamos comentando si sentimos u oímos algo.
Librándonos de toda sugestión ya superada, una compañera asegura haber sido “acariciada” suavemente en una pierna, de rodilla hasta el tobillo. Al mismo tiempo un compañero nota en las piernas un frio repentino, que yo sentada a su lado, al instante también sentí. Llegamos a la conclusión de que al estar a oscuras, si hay algo o alguien que tuviera la posibilidad de moverse y acercarse a nosotros, de este modo se está atreviendo. Hacemos alguna foto al vacío de la oscuridad y efectivamente, captamos orbes.
Cambiamos la estrategia y dejamos que un compañero, por voluntad propia se quede en esa estancia solo, mientras los demás nos comunicamos con él desde la estancia contigua. Igualmente sin ninguna luz más, que la que proporciona la tenue luna fuera de la casa, otra compañera asegura haber sido “tocada” en la espalda. Este acto tan sencillo de quedarse a oscuras, nos da a entender que podemos ser el blanco de fenómenos físicos en nuestro propio cuerpo.

      De nuevo una experimentación satisfactoria la de esta noche. Pero antes de irnos, nos quedamos un rato en la estancia central del piso a nivel cero de la casa, bajo la cúpula.

 Eli.mp3

      Nos quedamos de nuevo a oscuras. Sentimos que no estamos solos. Una compañera empieza a sentirse mal. Le duele estómago y augura que si estamos acompañados, ese algo o alguien tiene una energía muy negativa. Esta muy enfadado. Es la misma sensación que tuve yo al principio de la noche en el tercer piso. Entonces ocurrió algo que aún hoy nos mantiene a todos perplejos.
-       Preguntamos: “¿Hay alguien aquí con nosotros?, ¿Puedes hacer acto de presencia, o una señal de que estas aquí con nosotros?, ¿Puedes lanzar una piedra, que no nos alcance a ninguno?
No hubo respuesta en ese mismo instante, seria pedir demasiado, pero escasos minutos después, calló una piedra desde el piso superior. No nos alcanzó a ninguno, pero estuvo muy, muy cerca de nuestro invitado. Este nos pidió varias veces que confesáramos si habíamos sido alguno de nosotros, pero no hacemos ese tipo de bromas. No, claro que no habíamos sido ninguno de los presentes, alguien había respondido físicamente a la petición de nuestro compañero. Increíble. Este auténtico paraíso de fenómenos paranormales, este lugar conocido como “La Casa Lila”, no sólo responde dejando notables psicofonías, o nos permite escuchar actos cotidianos como manejar vajilla, caminar, o algo tan fantástico como dejarnos escuchar música sino que también responde a “lanzar piedras”. Resulta bastante insólita esta respuesta.

      Hemos terminado por hoy. Estamos muy satisfechos con los resultados. Aun no logramos que alguien o algo se aventure a desvelarnos qué fue lo que ocurrió realmente allí, pero tenemos la esperanza de que algún día será el propicio para dejarnos conocer esta historia. Mientras tanto, alimentaremos la ilusión de “volver a por más”.